Los civiles cumplen un papel cada vez más decisivo en el resultado de una guerra, lo cual, asociado a los otros cambios que se han producido en la conducción de las hostilidades, ha contribuido a difuminar la distinción fundamental entre civiles y combatientes en la que hoy se funda el derecho humanitario. La licitud de un ataque contra civiles depende de su conducta en las hostilidades y se basa en el criterio de "participación directa en las hostilidades". La definición y el alcance de esta noción son objeto de un debate que la Guía para interpretar la noción de participación directa en las hostilidades según el derecho internacional humanitario, publicada en este número de la International Review of the Red Cross, se propone aclarar.