Si bien el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha trabajado durante muchos años en favor de los migrantes irregulares detenidos como parte de sus actividades dirigidas a las personas detenidas en general, hace poco comenzó a implementar programas específicos para los migrantes detenidos en países de tránsito o de destino. El CICR visita migrantes tanto en cárceles como en centros de detención de migrantes. Durante esas visitas, el CICR verifica —como lo hace con todos los detenidos— si los migrantes detenidos reciben un trato humano, si se encuentran en condiciones de detención que preservan su dignidad y si se les brindan las garantías del debido proceso. Asimismo, el CICR también verifica si esas personas pueden mantener contactos con el mundo exterior —familiares o autoridades consulares—, si desean hacerlo. Como parte del diálogo que lleva adelante con las autoridades, el CICR también plantea temas de protección relativos a la repatriación para asegurarse de que las autoridades cumplan sus obligaciones de conformidad con el derecho internacional pertinente, sobre todo, en lo referido al principio de no devolución.