Las hostilidades en conflictos armados contemporáneos se desarrollan cada vez con más frecuencia en entornos poblados, con lo cual las personas civiles quedan más expuestas a peligros. Es muy probable que esta tendencia siga en alza, en sintonía con la creciente urbanización. Asimismo, se ve agravada por el hecho de que los beligerantes suelen evitar enfrentarse a sus enemigos abiertamente y prefieren mezclarse con la población civil. Pese a ello, los conflictos armados, generalmente, siguen librándose con sistemas de armas diseñados, en un principio, para su empleo en campos de batalla abiertos. Que se empleen armas explosivas con una amplia zona de impacto en ese tipo de entornos no suele ser tan preocupante, pero, cuando se utilizan para atacar objetivos militares ubicados en zonas pobladas, es factible que su impacto sea indiscriminado y tenga consecuencias devastadoras para la población civil. (en inglés)